Índice
ToggleLa fascitis plantar es la mayor causa de dolor en el talón en adultos. Es un problema común que experimentará una de cada 10 personas en su vida. El tratamiento de fisioterapia ha resultado ser de gran importancia en la recuperación de esta patología. Esta lesión suele asociarse a anomalías biomecánicas como pie plano o cavo o una pronación excesiva del pie. También al exceso de tensión de la fascia o del tendón de Aquiles, deficiencias musculares, limitación de la flexión dorsal u obesidad.
Síntomas de la fascitis plantar
Es más pronunciado después del descanso. Por ejemplo al dar los primeros pasos por la mañana. O incluso, durante los primeros pasos después de un período de estar sentado.
Sin embargo, una vez comienza a caminar el dolor tiende a disminuir. Disminuye pero no se elimina.
Suele aumentar al realizar actividades que implican soportar peso de forma prolongada, como estar de pie, caminar o correr. Especialmente en superficies duras, que provoca exacerbación del dolor.
Cuando hay una flexión dorsal de los dedos del pie el dolor puede aumentar, debido al estiramiento de la fascia plantar.
La durabilidad de la lesión puede ir desde semanas a meses. Un 40% de pacientes refiere mantener el dolor durante 2 años.
¿Qué es la fascia plantar?
La fascia juega un papel muy importante durante la marcha. Se alarga en la fase de apoyo y bloquea la parte medial del pie durante el despegue, proporcionando una estructura rígida en la propulsión.
Mecanismo lesional de la fascitis plantar
Actualmente se sugiere que puede deberse a microtraumatismos repetidos debidos a un uso incorrecto del pie. Pueden ir acompañados o no de inflamación del tejido.
Estos microtraumatismos, hacen que el tejido vaya perdiendo su calidad original. Y que se puedan producir microrroturas. La tardía recuperación puede deberse a un fracaso en el proceso de reparación. Que puede estar favorecido por una pobre vascularización del tendón.
La presencia continua de estas microrroturas puede provocar una degeneración progresiva del colágeno. Llegando a encontrar tendinosis, degeneración y necrosis en los peores casos.
Cualquier factor que sobrecarga mecánicamente la fascia plantar puede considerarse un factor de riesgo.
Pueden ser factores intrínsecos relacionados con el paciente. Que incluyen obesidad, pie plano, pie cavo, rango reducido de dorsiflexión del tobillo y músculos de la pantorrilla tensos.
O factores extrínsecos, relacionados con el entorno y el entrenamiento. Incluyen correr sobre superficies duras. Un aumento repentino en la intensidad y/o el volumen de carrera o de la marcha. O posición bípeda de forma prolongada. El calzado inadecuado también puede convertirse en un factor de riesgo.
Tratamiento de fisioterapia para la fascitis plantar
Para la fase aguda de esta patología se aconseja la modificación de la actividad. Siendo la educación del paciente fundamental. Se recomienda no realizar actividades de alto impacto o de impacto repetitivo al principio. Aunque sí que se puede realizar actividad física sin dolor. Así hay deportes como natación, remo, ciclismo, que son recomendables para mantener nuestro cuerpo activo mientras dura la lesión.
En fisioterapia encontramos tratamientos que ayudan a encontrar el punto óptimo de rendimiento.
Terapia manual y miofascial
Con estas técnicas nos solo conseguimos una relajación de la fascia y la musculatura que la rodea. Con ellas podemos conseguir un aumento de superficie de apoyo del pie que reduzca la presión sobre el punto de dolor .
No solo se actúa a nivel de la planta del pie. También a nivel de toda la musculatura implicada en esta patología.
Estas técnicas también nos ayudan a conseguir una desensibilización a nivel central, ayudando por tanto a la disminución del dolor.
Estiramientos
Según los estudios, el estiramiento de la fascia plantar y la musculatura intrínseca del pie mejora la sintomatología de manera notable. Más aún si este es específico de la fascia . Aunque el tendón de Aquiles también ayuda a reducirla.
Fortalecimiento y mejora de la propiocepción para la fascitis plantar
Es importante trabajar el fortalecimiento de toda la musculatura intrínseca y extrínseca del pie. Ya que ayuda a disminuir la tension de la fascia al distribuir mejor la pisada . Al fortalecer y equilibrar la musculatura mejora la repartición de cargas en pie y tobillo. Mejorando también la curvatura del arco plantar. Como hay menos tensión y la distribución es adecuada la sintomatología disminuyendo .
El trabajo propioceptivo es primordial . Conseguimos que el pie, ante estímulos similares a los que han producido la lesión, esté preparado y no se irrite o provoque dolor.
En Angular Fisioterapia realizamos clases de Corrección Postural Activa . En ellas trabajamos de forma activa para mejorar la correcta activación de la musculatura. Así como la fuerza , flexibilización y la propiocepción . Lo que provoca resultados muy positivos en la mejora del patrón correcto del apoyo del pie y la marcha .
Vendajes
El uso de kinesiotaping parece ayudar a:
- Disminuir la tensión muscular anormal.
- Mejorar el flujo linfático y sanguíneo.
- Aportar propiocepción en el pie.
- Corregir la función muscular.
Otros tratamientos
PODOLOGÍA Y ORTOPEDIA
La actuación del podólogo va a resultar de suma importancia. Ya que encontramos tratamientos ortopédicos como el uso de plantillas , que la evidencia científica respalda. Produciendo resultados muy positivos en la recuperación.
FARMACOLOGÍA
El tratamiento con antiinflamatorios es muy usado en estas ocasiones, debido a que solemos asociar la fascitis plantar con la inflamación. Sin embargo esta no está siempre presente y por lo tanto los AINES no tendrán por qué hacer efecto. Así encontramos estudios como el de Cutts et al.4 donde llegamos a la conclusión de que el placebo y los AINES no tienen diferencia significativa. Pese a esto, sí que mejoran ambos (grupos tanto placebo como el que toma AINES) más que los que no toman nada.
INVASIVOS
El uso de inyección de esteroides o de plasma rico en plaquetas es habitual en estas patologías. Sin embargo, la primera tiene solo efecto a corto plazo. Y tiene riesgo de desgarrar la fascia cuando hay inyecciones repetidas. La segunda parece ser prometedora pero los estudios son contradictorios y el costo es elevado.