La cefalea tensional es uno de los trastornos con más prevalencia del mundo. Pero fue en 2010 cuando se incluyó como causa de enfermedad en los estudios de Carga Global de Enfermedad, Lesiones y Factores de Riesgo. Siendo el dolor de cabeza de tipo tensional el más frecuente en 2016. A nivel mundial el porcentaje de cefalea es del 46% para la cefalea general, 11% migraña, 42% cefalea tensional y 3% cefalea crónica diaria4 . La incidencia de la cefalea tensional es de 14,2/1000 personas y año. Además, la presenta hasta el 70% de la población española en algún momento de la vida.
¿Por qué surge?
- Suele asociarse a una postura incorrecta o al estrés psicosocial.
- Según varias investigaciones hay relación entre la sensibilidad dolorosa y la tensión muscular cervical y cefálica.
- También se vincula con puntos gatillo activos con dolor reflejo a la cabeza.
- Otra opción podría ser una alteración a nivel del sistema nervioso central. El umbral de dolor estaría disminuido, provocando una hipersensibilidad central y por lo tanto llegando a la tendencia a la cronicidad.
¿Qué signos y síntomas encontramos en la cefalea tensional?
La cefalea tensional se caracteriza por dolor de cabeza de tipo opresivo, bilateral, sin presencia de náuseas o vómitos. Además, puede aparecer fotofobia (sensibilidad a la luz) o fonofobia (sensibilidad a los ruidos) leve. Puede evolucionar de episódica a crónica, cuando hay episodios de dolor de cabeza más de 15 días al mes, siendo por tanto bastante incapacitante. Además de esto hay estudios que relacionan la cefalea tensional crónica con antecedentes familiares.
Cómo signos y síntomas frecuentes podemos encontrar una movilidad del cuello reducida, limitando la lordosis cervical y la extensión de cabeza sobre el cuello. Además, suele aparecer tensión anormal o puntos gatillo miofasciales en esternocleidomastoideo, temporal anterior, cuello y hombro, apófisis coronoides e inserciones occipitales.
¿Cómo se trata con fisioterapia?
En cuanto al tratamiento, se tiende a usar métodos farmacológicos como primera opción. Sin embargo, hay evidencia de que la fisioterapia como la terapia manual, el ejercicio activo y la corrección postural activa, aportan beneficios para aliviar la sintomatología.
¿Qué hacemos en la clínica para disminuir la cefalea tensional?
- Terapia manual. Dentro de la cual usamos diferentes técnicas para ayudar a movilizar los tejidos blandos y disminuir la tensión muscular. Entre ellas estarían las movilizaciones postero anteriores, los pases longitudinales y transversales, inhibición por presión… Una de las terapias estrella es la liberación miofascial Consiste en técnicas que ayudan a mejorar la movilidad de nuestra fascia y liberando los tejidos y mejorando la funcionalidad.
- Ejercicio activo. Es fundamental porque necesitamos fortalecer la musculatura para que disminuya el dolor a largo plazo. Es importante, trabajar la musculatura profunda, que es la que nos ayuda a estabilizar y realizar los movimientos del dia a día de forma adecuada.
- Conciencia corporal.
- Estiramientos de la musculatura implicada y movilidad articular.
- Ejercicios respiratorios, cuando la situación lo requiera.